¿Hay algo más natural para un niño que el juego? Nuestros pequeños no solo se entretienen jugando, sino también comienzan a conocer el mundo que los rodea. Debido a ello, sus primeros contactos con la educación escolar necesitan basarse en dinámicas que vuelvan más ameno y fácil el aprendizaje.
Sin embargo, en los últimos años se ha querido poner a un lado el juego frente a actividades que buscan adquirir a temprana edad habilidades de lecto-escritura. Ante esta situación, te invitamos a revisar las principales razones para que no olvides cerciorarte de la importancia que se le da al juego en el nido donde matricules a tus hijos:
¿Cuáles son los beneficios concretos del juego?
Según Josué Llull, profesor de la Universidad de Alcalá y autor de “El juego infantil y su metodología”, la actividad lúdica contribuye al desarrollo de aspectos fundamentales en la personalidad infantil:
- Físico-motor: propicia el desarrollo muscular y ayuda a la sincronización de movimientos.
- Intelectual: facilita la comprensión de situaciones y la resolución creativa de problemas.
- Emocional y Social: aprende las reglas de convivencia y el manejo de la inteligencia emocional.
Esta cualidad educativa del juego es confirmada por una investigación de la Universidad Estatal de Florida (publicada en el Journal of Research in Childhood Education), la cual determinó que la participación en juegos de bloques complejos durante la etapa preescolar promueve el desarrollo de habilidades matemáticas a largo plazo.
Los riesgos de reemplazar el juego
A pesar de esta evidencia, las actividades lúdicas muchas veces son desplazadas por ejercicios de lecto-escritura gracias a la idea de que la alfabetización temprana garantizará el éxito posterior del niño. Pero, en realidad, no hay evidencia de que aprender a leer a los cinco años sea una ventaja frente a los que lo logran a los seis o siete.
Y no sólo eso: se ha visto además que la presión que experimentan los niños por destacar de forma prematura ha traído consecuencias negativas. Los educadores y los médicos dan cuenta de un número creciente de incidentes de comportamiento agresivo en los jardines infantiles vinculados a estas exigencias antes de tiempo.
Al respecto, el profesor de psicología en la Universidad de California, Berkeley, y experto en trastornos de hiperactividad, Stephen Hinshaw, afirma que “más importante que la lectura temprana es el aprendizaje de habilidades para jugar, que conforman las bases de las habilidades cognitivas del niño.”
Toda esta información te permitirá estar más preparado antes de decidir por un nido que priorice el desarrollo precoz de la escritura y la lectura de tus hijos, frente a uno que ponga por delante el aprendizaje integral mediante dinámicas lúdicas no solo tradicionales, sino también utilizando dispositivos tecnológicos